HISTORIA DE LAS ONCES
En Latinoamérica, a pesar de formamos como un grupo de naciones unidas por muchos aspectos de la historia, por la cultura y el idioma, cada país se destaca por tener sus tradiciones originales que lo distinguen del resto y que, en lugar de separarnos, nos unen aún más en un bello y colorido caleidoscopio de diversidad.
Tal es el caso de la once o tomar once, una tradición chilena que se conserva hasta nuestros días. Esta consiste en sentarse a la mesa entre las 4 de la tarde y las 8 de la noche a ingerir una cena ligera o merienda. En la misma se sirve té o café acompañado de pan amasado o pan tostado con mantequilla, mermelada, pasta de palta (hecha a base de aguacate), queso, manjar, paté o jamón. Se le denomina onces completas a las que además incluyen galletas, dulces chilenos, torta, kuchen, berlinés, sopaipillas, roscas, helados y jugo. En algunas familias, la once ha sustituido a la cena y le llaman once-comida.
¿Pero cuál es el origen de esta tradición? Realmente existen varias versiones. La más extendida cuenta que la costumbre viene de finales del siglo XIX y de los mineros que trabajaban en las salitreras. Según dicen, los mineros hacían un alto en la jornada para merendar y beber aguardiente. Como existían restricciones para beber alcohol, en lugar de aguardiente, decían que iban a beber once, en referencia a las once letras que componen la palabra aguardiente. Otra de las versiones asegura que los hombres, para escaparse de sus esposas a beber aguardiente, y que las mismas no sospecharan nada, hablaban de ir a tomar once con sus amigos. Hay quienes apuestan que fueron las mujeres las que inventaron la palabra en clave.
También se dice que la costumbre surgió en la época en que había grandes empresas inglesas operando en el país y que las mismas tenían largas jornadas de trabajo comenzando a las 6 de la mañana y haciendo la primera parada de descanso a las 5 de la tarde, momento en que los trabajadores se comían su merienda. Como en ese momento llevaban once horas de labor ininterrumpida, los trabajadores empezaron a llamarle a esa merienda la once. Otros dicen que es una traducción literal de la palabra inglesa "elevenses" la que se refiere a una merienda ligera o refrigerio a media mañana.
Algunos aseguran que el término surgió de un Club de Damas, once exactamente, que se juntaban todas las tardes a compartir té y galletitas. Incluso se ha llegado a afirmar que es una costumbre que viene del país vasco donde se realizaba una merienda similar llamada "hamaiketato" que significa "la de las once".
Independientemente de su origen, la once o tomar once es una deliciosa costumbre chilena, considerada una de las comidas más importantes del día, que reúne a todos los de la casa alrededor de una mesa para compartir no solo el pan calentito con palta y el buen café, sino también los mejores cuentos del día en un ambiente de armonía y unidad familia
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